Quantcast
Channel: Poesía en la escuela
Viewing all 711 articles
Browse latest View live

Ramona mona. Crónica del X Festival en Corrientes, por Franco Rivero

$
0
0

A la seño Ramona la conocí en una visita que hice a la Escuela N° 787 José Hernández del paraje Playadito de Colonia Liebig, donde ella es directora, por un programa de Nación sobre el que no voy a hablar. 

Habíamos llegado sobre la hora de cierre de la institución y entonces decidimos seguirle hasta otra escuela, igualmente rural, donde ella también trabaja. Nos dijo: es acá a unos veinte kilómetros por camino de tierra y yo tengo que ir parando porque llevo unos chicos hasta la escuela. La empezamos a seguir y ni bien dejamos la ruta el camino devino en declives y con la pigmentación característica de la tierra misionera, es que Colonia Liebig de la provincia de Corrientes limita con Misiones y la tierra que no sabe de límites ha traído hasta aquí su topografía y su color. 


Ramona empezó a parar, vimos a la izquierda el primer ranchito, afuera de él esperaban una señora y dos niños, ella bajó, agarró las mochilas y las puso en el baúl, los niños subieron al auto, la mamá despidió a la maestra, intercambiaron unos comentarios rápido y la forma en la que reían más la escena nos trajo ese gustito a lágrima que tiene toda sonrisa cuando la emoción se pone filosa y nos embarga. Más adelante se repitió la escena hasta que perdimos la cuenta de cuántos niños y niñas iban subiendo al auto de la maestra. 

Todo era de una armonía perfecta: la paz de los ranchos y del camino, la expresión de las caras de las mamás al vernos y saludarnos (no hacía falta decir nada, supieron al toque que éramos extraños, que estábamos con la maestra y que íbamos a la escuela, y nos saludaban por eso, porque íbamos hasta la escuela). No voy a decir que la seño es un ángel, pero sí que es alguien imprescindible (es decir, más importante que un ángel), nos dimos cuenta enseguida de eso. También sentimos vergüenza, el programa para el que trabajamos no sabe de estas cosas, se nota que no sabe, se nota que trata una escuela como un número y que se le hace agua usar ese número en una resta.

El camino hacia la otra escuela se hacía bastante largo, era una línea roja entre yerbatales y campo, Ramona paró, vino a decirnos que, si queríamos volver, ella podía ir a atendernos cuando terminara, así no padecíamos el camino y el trajín, nos indicó la ruta que estábamos por cruzar y cómo podíamos hacer para volver por ella hasta Playadito; le dijimos que no, que queríamos seguir, que se quedara tranquila, vimos ganado de todo tipo y más yerbatales en lo que siguió. 

Llegamos a un campo privado, se notaban las divisiones, acá había un cortinado hecho de tacuarales que eran más altos que todos los árboles del campo, al fondo, en medio del cortinado, se veía una tranquera, Ramona bajó, la abrió, pasaron y después pasamos nosotros, entrábamos a una estancia vieja, con pinta de abandonada, avanzábamos entre vacas, ovejas, caballos y gallinas, el camino era como un par de huellas que seguir en un corral, subimos a una lomada donde había un par de arcos, unos nenes jugaban a la pelota, y casi tapada entre la vegetación, estaba un mástil, la bandera, el frente de la escuela a simple vista parecía un puesto de estancia, salvo por el pizarrón chirimboleado con letras y dibujos con tizas de colores. 



Mientras nos pusimos con las cosas del programa yo no dejaba de pensar en el Festival de Poesía en la Escuela, me ocurrió lo mismo que en Castelli, el portal del impenetrable chaqueño, quería acercarme, traer para compartir algo lindo, tener algo que hacer ahí y sólo podía pensar en traer poemas, así que internamente sabía lo que iba a hacer al volver. Le iba a escribir a Ale para contarle de las escuelas y pedirle llevar el festival hasta allí. 

Quien andaba conmigo era mi prima Jesica, que además es mi colega en el programa, uno de los nenes la abarajó ni bien llegó y le preguntó si ese celular que tenía sacaba fotos, al poco rato lo veíamos entregado al arte de la fotografía, cuidando detalles como un profesional, con la misma seriedad preguntó más tarde si ese tipo de celulares tenía jueguitos. No sé quién de ellos, pero uno le dijo: acá cerca hay un kiosko también, suele haber galletitas… Jesi que tiene hijos chicos entendió, pidió permiso a las seños y fue con unos niños hasta el kiosko. Entonces supe que debíamos llevar además de poemas algunas golosinas. 




Esa vez le dije a Ramona que me encantaban sus escuelas, que quisiera volver. Una semana después, ya habiéndole escrito a Alejandra, la contacté para contarle que yo era poeta y que participaba de un festival que se llama Poesía en la Escuela, que se hace en todo el país y que quería llevarlo tanto a la escuela de Playadito como a la de Las Lomas, le dije que íbamos a ir con mi chamigo, Fabián Yausaz, que también es escritor y que planeábamos pasar el día en las escuelas dando unos talleres y jugando con poemas: mateamos en la escuela de Playadito a la mañana y almorzamos en la de Las Lomas a la siesta, le dije. Ramona aceptó la propuesta con entusiasmo y me puso en contacto con la seño Karina que es la directora de la escuela N° 869 Ramón Walter Larraburu del paraje Las Lomas quien también se alegró con la propuesta.

Llegar a las escuelas implica un viaje, Chamigo vive en Laguna Soto, a unos 400 kms de Colonia Liebig, en las afueras de Corrientes y yo en Ituzaingó, pautamos una visita para el 3 de octubre. 
Los dos días previos estuvo lloviendo, Chamigo viajó confiado en el pronóstico del tiempo que preveía mejoras. El amanecer del 3 estaba nublado y caían algunas gotas. Antes de salir le escribí a Ramona para ver cómo estaba el tiempo allá y avisarle que igual nos aventurábamos, que estábamos por salir. 

La lluvia más la primavera apuraron las flores y esa tonalidad espirituosa que infunde el agua en todos los verdes, la escuela de Playadito parecía recién regada, verla nomás así ya era una bienvenida. Nos esperaron con chipá cuerito y con mates, estaban contentos de recibirnos y nos lo hicieron saber todo el tiempo. Primero nos reunimos con la primera sección, los más chiquitos y después lo hicimos con la segunda sección, los más grandecitos. Chamigo es maestro también y sabe cómo jugar con niños, y como es poeta también sabe jugar con palabras, nos hizo jugar a todos con rimas y para cuando nos dimos cuenta cada uno sabía el nombre de cada quien y habíamos escrito por lo menos seis poemas con rimas. A Ramona le dijimos Mona y le dedicamos una rima con eso. También les leímos poemas. 

Chamígo tiene un libro con poemas para jugar, se llama mbojere /mboyeré/ que en guaraní significa mejunje, mezcla, entrevero; en este libro un yacaré tiene braquets, los teros usan celulares y se mandan mensajes que al leer dicen: tero tero porque qué otra cosa le va a decir un tero a otro tero que anda por el estero. Yo les leí olfato y gusto y después de leerlo todos comimos chipá cuerito, fue la chipá cuerito del postre (porque están caras las frutillas y ni que hablar de los postres) 



Cuando pasamos a la sección con los más grandecitos y como nos acercábamos al mediodía empezamos a hablar de comidas (a estas alturas la seño Ramona ya nos había pedido que picáramos un poquito en esta escuela para no despreciar porque Lourdes, la portera, ya estaba cocinando para nosotros también).

Cada quien contó su comida favorita, ésa de la que recuerdan la primera vez en que la comieron, recuerdan la sensación, el sabor y la emoción que les provocó y por eso la recuerdan tan bien y por eso se ha convertido en su comida favorita. Nos dio pie un nene, Martín, porque mientras hablábamos de las cosas que habíamos visto en un viaje, lo único que él recordaba era comiiiiiiiiiida (como dijo con la cara hecha una fiesta y nos hizo reír a todos). Su comida preferida eran los fideos con sardinas, su sensación al preguntarle cómo era la comida, fue: aceiiiitooooso, y ésa era la palabra que iba a usar para escribirle un poema a ese plato. Otro nene nos habló de la capada de la vaca que hasta hoy estamos tratando de entender qué parte de la vaca es y es un plato que sirvió para que una de las seños tras escuchar que los niños alargaban un aaaaaaah cuando la palabra con…cha asomaba, aprovechó para darles una intervención ESI impecable a partir del concepto mala palabra: ¿cómo es eso? ¿Ustedes creen que es una palabra? ¿Vos creés que tenés una mala palabra ahí? (les decía a cada una de las nenas, hasta que pudimos decir entre todos varias veces concha tratando de averiguar qué era la capada de la vaca que nuestro comensal había comido… misterio).


Almorzamos un poco de polenta. Esperamos a que cada uno de los niños subiera al colectivo de la municipalidad que los vendría a buscar y los llevaría hasta sus casas mientras levantaba en el camino a los adolescentes que van al secundario en Colonia Liebig. 

Luego seguimos a Ramona, encarando la marcha hacia Las Lomas, donde nos esperaban para almorzar y luego hacer los talleres.

En el camino, uno de los nenes que viaja con ella hasta la escuela estaba demorado, estuvimos esperándolo un tiempo, hasta que vino, Agustina, hija de Ramona, y una de las nenas que va a la escuela N° 787 era la copiloto de la seño, bajaba, agarraba las mochilas de los otros nenes, las ponía en el baúl, mientras los niños subían al auto, lo mismo que le vimos hacer a su mamá la vez anterior. Se sumó en el camino otra seño, a la que le alcanzaron una bolsa con dos paquetes de harina, supimos inmediatamente, que también en la N° 869 íbamos a comer chipá cuerito.



Nos recibieron con un guiso, nos estaban esperando para comer, para hacerlo tuvieron que comprar los ingredientes porque eso no forma parte del programa de comedores escolares, pero quienes menos tienen saben más de la generosidad, quienes menos tienen saben compartir y saben de la felicidad de hacerlo.

Los niños y las niñas que van a esta escuela son pocos, así que no los dividimos, nos juntamos todos después de comer y de lavar los platos en un aula que es la más grande de las dos que tiene la escuela. Revivimos la felicidad de jugar con rimas, nos reímos fuerte, hicimos rimas con los nombres de todas las seños y hasta con el nombre de un invitado de honor, al que le dicen Cheche y que descubrimos que se llama Ceferino (un señor grande con algún trastorno psicológico que no conocemos y que todos los días está en la escuela y es atendido y tratado bien por las seños y por los niños, además ese día dijo que era su cumpleaños y cuando le preguntaron Cuántos años cumplís. Cheche, respondió con toda seriedad: 15).

Acá hablamos de animales, un nene que cuidó un carancho y después lo liberó, dio cabida a un poema de chamigo que se llama nana para el pichón de carancho. Otros nenes hablaron de palomas, de pichones y de cachorros de varios animales y aves. Todos los que socorrieron animales o aves y después las soltaron decían que les había dado pena. Pensaban familias, aseguraban que los liberados se reunieron con sus familias. Ellos también son como una familia, una nena que se llama Eugenia llegó tarde y descalza, bien de que le retaron y le mandaron a la escuela tal como estaba… desde que llegó se río con las rimas, aprovechamos su facha y dijimos: Eugenia junta leña. Había otra llamada igual pero que no quería decir su nombre y cuando dijo le dedicamos una rima en voz baja: Eugenia genia, y cómo se ve acá también chamigo con ayuda de los niños lo dejó escrito en voz baja en el pizarrón. 


Chamígo hizo reír a todo el mundo, hizo participar a todo el mundo, me dio la sensación de que podría resolver cualquier conflicto, quise ser maestro, quise ser como él, me pasó todo eso que te pasa cuando te encontrás con alguien que sabe qué hacer con lo que tiene en el momento preciso y sin necesidad de que alguien le pida algo. Agradecí que seamos chamígos, que tenga este extra poético que es el saber jugar y no sólo con palabras, que contagie, que deje a toda la gente así de contenta.

Cuando estuvieron los chipá cuerito también hubo leche con vainilla… nunca me pareció tan rica esa combinación como ese día. Al volver a casa compré vainilla en polvo, cada tanto le voy a agregar a la leche y voy a acompañarla con chipá cuerito, quiero revivir el gusto que tiene una escuela cuando es un hogar, quiero recordar la cara de los niños, de las seños, la conversación que mantenía un grupito de nenas y nenes que rodearon a chamigo para contarle hazañas, todas peligrosas, todas situaciones donde de pedo salieron con vida. 

Quiero recordar cómo ríen y cómo tienen una fortaleza allí, en las escuelas, y justo en las escuelas (que por suerte no saben) son miradas con más recelo por Nación porque los índices de las evaluaciones nacionales como las Aprender dicen que son escuelas donde la calidad educativa está en riesgo y arroja preocupantes índices, escuelas donde se pone en duda desde lejos, sin conocer y desde un escritorio, una pantalla y una conexión banda ancha, la profesionalidad de sus docentes y directivos… 


Escribo esto pensando en las escuelas que no se ven, que son sólo un número, escuelas que tienen el calor humano necesario y justo, escuelas que dan de comer y no sólo amor sino la comida que hace falta cuando se es pobre. Escribo agradecido de las seños y de los niños, agradecido de ver amor donde otros ven un índice preocupante, agradecido de la poesía que nos permite juntarnos y acercarnos cuando no sabemos cómo hacerlo, y, agradecido de tener una historia para repetirme y con la que persuadirme de la bondad del hombre, a menudo, como dice Chamigo.



"Dale que me voy", Taller de poesía y libro de artista, por Patricia Devesa y Cristina Honfi

$
0
0






El 12 y el 19 de septiembre en la Escuela Nº 7, Distrito 9, de Colegiales en CABA, llevamos
adelante el taller de Poesía y Libro de Artista.
A partir de la lectura de poesías de Ruth Kaufman, María Teresa Andruetto, Gabriela Mistral,
entre otros poetas y de estímulos visuales (collage, ilustraciones, fotografías) y sonoros
(música que acompaña a nuestra aventura) realizamos un viaje a distintos territorios para
crear poesías. 

Así los chicos y chicas escribieron una poesía colectiva, “Dale que me voy”, surgida de la
selección de uno o dos versos de las poesías leídas por las niñas y los niños. Luego, crearon
ocho poesías grupales a partir de todos los estímulos trabajados. En la segunda jornada,
ilustraron las poesías y armaron el libro de artista infantil colectivo.







Con sus páginas se montó una instalación para todo la escuela.







 
 

Talleres virtuales 2019: ¡Largamos!

$
0
0


Como hace dos años, cada febrero comenzamos los Talleres Virtuales para docentes, bibliotecarixs, coordinadorxs de talleres y todx lectorx que quiera profundizar la lectura y escritura de poesía.

El menú completo pueden verlo aquí. Son cinco propuestas diferentes.

Y esta es nuestra novedad: Club de lectura y escritura virtual. Cuatrimestral, para conocer la obra de 8 poetas Norteamericanas fundamentales.


¡¡¡ Lxs esperamos para compartir esta experiencia !!!

Talleres que inician en MARZO

El Festival de Poesía en la Escuela viajó a España

$
0
0

Gracias a la invitación de la Federación Estatal de Asociaciones de Gestores Culturales de España (FEAGC) y de la Asociación de Gestores Culturales de Extremadura (AEGCEX), participamos en una de las mesas de la IV Conferencia de Cultura en Mérida, España, del 20 al 22 de marzo de 2019 (Gestión Cultural e Igualdad de Género). 





Fue una oportunidad para conocer el trabajo de mucha gente del otro lado del gran mar. https://www.agcex.org/la-iv-conferencia-de-la-cultura-se-c…/ y para compartir la experiencia del Festival de Poesía en la Escuela.

El Festival fue una "buena práctica" que Alejandra Correa presentó también en la Universidad Complutense de Madrid, dentro del Master de Gestión Cultural, en la jornada "Hacia una poética de la Gestión Cultural".



¡Estamos muy agradecidas por esta oportunidad de presentar nuestro amado festival en España!

El Aguante Poesía va a la escuela. Poetas en vivo, escuelas, lectores (Experiencia 2016-2018)

$
0
0
Las amigas de Aguante Poesía de Río Cuarto, recorren en este artículo la experiencia de llevar poesía a las escuelas (o mejor dicho, de despertarla y potenciarla). Lo hacen en Aquelarre revista de Literatura Infantil y Juvenil, de la Maestría de Literatura para niños, de la Facultad de Artes y Humanidades de Rosario, N°7, junio 2019. Y por allí andamos...


Por  Elena Berruti, Cristina Giacobone y Anahí Asquineyer (Río Cuarto, Córdoba)


Este relato de experiencia intenta dar cuenta de lo vivido en el marco del proyecto “El Aguante Poesía va a la escuela”, que se orienta a generar una serie de vinculaciones para dar continuidad a nuestro festival de poesía local en escuelas de la ciudad de Río Cuarto. Como equipo de trabajo, procuramos generar articulaciones que permitieran constituir una trama significativa para las intervenciones a realizar, basadas en la visita de poetas locales a las aulas de escuelas de diversas modalidades y pertenencias territoriales, con los propósitos de animar a la escucha, lectura y escritura creativas de poesía y a la reflexión sobre la misma, entendida no sólo como género literario, sino como práctica socio-cultural y experiencia vital interpeladora respecto de la propia visión de mundo. En este trabajo relatamos cómo llevamos adelante y procuramos potenciar la construcción de una doble urdimbre que conecta a poetas, docentes, estudiantes de las escuelas secundarias y del Profesorado de Letras, así como a otros agentes territoriales e institucionales.
Pero, ¿qué es esto de “llevar” la poesía a la escuela? Una trama de voces y voluntades En una reunión para organizar el trabajo por venir, un compañero dijo: “A ver, la poesía va a la escuela… ¿No es que ya está y desde siempre?” Marcelo tenía razón. La única novedad era que, con este proyecto, la movida del Aguante Poesía iba a la escuela, porque antes no había estado ahí. Iba al encuentro de otros lectores, estudiantes y docentes de escuelas secundarias de la ciudad de Río Cuarto que nos abrieron las puertas de sus aulas. No solamente para recibir la visita de poetas locales: para intercambiar preguntas, experiencias y saberes; para compartir su propia palabra poética, el diálogo y hasta la producción conjunta; para darnos el lugar de interpelarnos mutuamente y hacer que las voces individuales encuentren otros ecos en una construcción colectiva. Vayamos al principio. Ya hace más de doce años, el Aguante Poesía surgió en Río Cuarto como un espacio-tiempo alternativo respecto de las ferias “del libro” articuladas por la lógica mercantilista y respecto también de los eventos académicos como simposios y congresos. 

Nació con la impronta del encuentro horizontal, entre pares que, más allá de cualquier requisito, se sentían convocados en torno de la escritura, la lectura y la escucha de la palabra poética entendida como experiencia y visión de mundo. El Aguante no sólo se sostuvo, sino que creció con el tiempo. A través de los años, los organizadores percibieron que el encuentro no pertenecía en exclusivo a los poetas, sino también a los editores que -a contrapelo de las exigencias del mercado- se preocupaban por alentar la circulación de producciones poéticas y, fundamentalmente, a los lectores, sin los cuales la comunicación poética no se completaría. Y podríamos decir que también creció en el espacio, porque, aunque nunca se celebró fuera de nuestra ciudad, poetas y editores de diversas territorialidades fueron haciendo suyo este espacio de construcción colectiva. 

De ahí el adjetivo de “nacional” con que caracterizamos al encuentro: tanto quienes lo sostienen desde Río Cuarto como quienes se acercan desde otras provincias, año a año, a participar, vivenciándolo como propio. Hasta el año 2016, sin embargo, el Aguante Poesía seguía siendo un espacio en el que la poesía circulaba según pautas más o menos acostumbradas, en la relativa comodidad del diálogo entre escritores, editores y lectores asiduos de poesía. La voluntad de la mesa organizadora del Aguante de sacar a la poesía de sus recintos culturales habituales, para intentar hacer efectiva nuestra convicción acerca de la democratización de la palabra y de las oportunidades de acceso a lo artístico-cultural, fue el punto de partida para gestar este proyecto. A esa voluntad se sumó otro impulso importante. 



Durante el mismo año, recibimos en nuestra ciudad la visita de Alejandra Correa, organizadora, junto a Marisa Negri, del Festival Nacional Poesía en la Escuela, que celebró en septiembre de 2018 su 10ª edición. Poesía en la Escuela constituye una convocatoria anual con presencia territorial diversa, que logra crecer y persistir más allá de las condiciones coyunturales adversas. Lejos de proponer un molde pre-determinado al cual adaptarse, el Festival amalgama un conjunto heterogéneo de prácticas educativas, culturales y artísticas que tienen como centro a la poesía, en las que confluyen educadores, estudiantes, poetas, artistas de otros lenguajes estéticos, bibliotecarios y otros animadores de lectura y escritura. Entrar en contacto con Alejandra y su inspiradora experiencia de gestión cultural nos fue ayudando, también, a dar forma a este proyecto deseado y charlado informalmente por mucho tiempo entre organizadores y participantes de las distintas ediciones del Aguante Poesía. Terminaríamos por llamarlo, en el cruce entre ambas iniciativas, “El Aguante Poesía va a la Escuela”. 

Vincularnos e integrarnos a ambas experiencias, sostenidas en el tiempo y de un alcance nacional, nos resultó motivante para pensar y repensar los modos y fundamentos de nuestras intervenciones. El desafío fue, en el principio, lograr una articulación con los dispositivos nacionales, sincronizada desde nuestro anclaje local. Como parte de ese anclaje, vendrían aún a incorporarse otras voluntades que iban a completar el entramado que sostiene la experiencia y la enriquece desde perspectivas diversas y un estímulo múltiple: se sumaron, por una parte, el visto bueno de la jurisdicción provincial, en lo que atañe al acceso oficial a las escuelas, y la bienvenida a la propuesta por parte del Departamento de Letras de la Universidad Nacional de Río Cuarto, institución nacional y pública en el que las organizadoras ejercemos la docencia. Ello nos permitió involucrar a graduados y estudiantes de Letras -actuales y futuros docentes en el sistema educativo, así como en distintas instancias de educación no formal-, habida cuenta de que sus lugares de trabajo, aulas de Lengua y Literatura, talleres, bibliotecas, pueden ser espacios privilegiados para “hacerle lugar” a la poesía en la escuela. 

El equipo de trabajo se completó, en efecto, con docentes de distintas instituciones que llevan adelante la tarea sostenida y tenaz de incorporar en sus propuestas de enseñanza y de aprendizaje a la poesía en tanto género, práctica discursiva, objeto de exploración, disfrute y creación. 

En ese sentido, los graduados de nuestro Profesorado han constituido en esta propuesta un puente fundamental, concreto y humano, que trasciende cualquier formalidad y fue desafiándonos, edición a edición, a redoblar la apuesta. Las escuelas como territorio para la poesía De lo que se trataba era de efectuar visitas de grupos de poetas locales a escuelas -como instituciones que, más allá de todos los condicionantes que pesan sobre las prácticas cotidianas, poseen un valor simbólico y real fundamental en lo que respecta al acceso a la cultura y la creación de oportunidades para todos-, para no sólo aproximar a los poetas física y simbólicamente al ámbito escolar, sino también desmitificar representaciones ligadas con la tradición, la genialidad, la élite poética, el carácter diferenciado y jerárquico del escritor de poesía, a la vez que cuestionar la pretendida centralidad de una praxis de escritura poética anclada en Buenos Aires y otras grandes ciudades del país, o bien en los autores consagrados en el campo literario. 

Se trataba de propiciar el encuentro, si se quiere, de nuevos lectores con una poesía “viva”: con las reflexiones acerca de la escritura, del trabajo del poeta, de sus compromisos y obstáculos, de su vida cotidiana. Y, por supuesto, de dar centralidad a la palabra: de propiciar el diálogo entre estudiantes, docentes y poetas como sostén de la escucha y el disfrute de poesía. 

En lo que respecta a los criterios para la participación de las escuelas en el proyecto, buscamos atender a una diversidad de modalidades y territorialidades. Si bien nos centramos sobre todo en el nivel secundario, debido a que es allí que los graduados de nuestro Profesorado se desempeñan como docentes, y dimos prioridad, siempre que fuera posible, a escuelas de gestión pública y/o situadas en territorios vulnerados, buscamos incorporar también a escuelas de modalidad especial y de educación de jóvenes y adultos. 


En algunos casos, el nexo con las escuelas fue la articulación con organizaciones sociales con raíz en la educación no formal (ONG, clubes de barrio, bibliotecas populares), que brindaron el espacio para invitar a los estudiantes. Esta decisión fue tomada en el afán de velar por la diversidad y reconociendo el carácter articulador de la trama social que dichas organizaciones poseen, es decir, en una doble acción: de reconocimiento hacia las organizaciones y de búsqueda, por decirlo de alguna manera, de un posible “contagio” en lo que respecta a los modos de abordaje de la palabra y de animación a la lectura en relación con otras modalidades más convencionales que suelen habitar la escuela. Pero, en la mayoría de las instituciones, el puente fueron los docentes. 

Una estrategia de trabajo central que nos dimos como coordinadoras fue la construcción previa de dos colectivos de actores: los conformados por aquellos poetas y profesores que acordaron participar de la experiencia. Hablamos de una construcción porque el vínculo establecido con estos actores trasciende el mero acuerdo de horarios y lugares “de visita”. 

Se trataba de propiciar un acercamiento y organizar la comunicación entre dos lógicas bastante diversas y distantes, como son el mundo de la escuela, y el oficio de los poetas que, en nuestro caso, no implica niveles altos de organicidad, dado que, por ejemplo, casi todos los autores que participaron registran actividades laborales no vinculadas con el hacer cultural, poético o literario. 

Como parte de tal construcción, entre otros aspectos, buscamos poner a disposición de las escuelas material poético e información sobre los poetas participantes, que ayudaron a los docentes y estudiantes a prepararse para el encuentro: a adentrarse en las poéticas, a generar comentarios, a pensar preguntas acerca de las decisiones de la escritura y la labor de los escritores que serían invitados. Así también, se estimuló previamente en los poetas que asistirían a los encuentros en las escuelas el compartir no sólo la lectura de poemas de su propia autoría sino de otros, ya fueran sus compañeros de grupos o talleres literarios, poetas referentes de su poética o, sencillamente, autores de su gusto, con el fin de descentrar (al menos en parte) la figura del Yo del poeta. Con todo ello, la propuesta al afianzarse va construyendo un piso de lecturas en común, un corpus de textos poéticos que implica hacer accesible física y simbólicamente propuestas de poesía: información referida a autores, sus obras e itinerarios de creación. Los equipos que conformamos las organizadoras, con los graduados que nos recibieron en sus escuelas y con aquellos estudiantes del Profesorado que se involucraron en cada territorio, nos ocupamos de desarrollar un trabajo de acompañamiento y monitoreo durante los encuentros. Valoramos esto como un acierto, que facilitó efectuar un ida y vuelta entre lo planeado y lo emergente en cada situación y realizar ajustes necesarios tanto sobre la marcha como para ediciones siguientes.


En el caso de los estudiantes de Letras, procuramos también generar instancias de preparación, para que estuvieran en condiciones de adoptar un rol activo y pertinente durante las acciones en las escuelas, de manera que éstas pudieran constituirse efectivamente en núcleos de aprendizajes y no queden relegadas a observaciones pasivas vividas como tareas extra o de menor valía. Logramos, así, una experiencia muy valorada por los estudiantes del Profesorado, que vieron trasladada su clase fuera de la universidad, al aula de una escuela, y enriquecida en el diálogo intergeneracional y desde distintos lugares sociales, culturales, territoriales. 


El recibimiento en las escuelas, con las particularidades identitarias de cada institución y comunidad, fue muy bueno y causó asombro en los poetas que se sintieron cómodos y bienvenidos de inmediato. Los entramados activados en cada caso, la expectativa con que cada uno de los actores llegaba al encuentro, propiciaron la ocurrencia de situaciones dialógicas interesantes y productivas, tanto en el vínculo afectivo entre los involucrados como en el aprendizaje mutuo, que se construyó bidireccionalmente. Remarcamos la vitalidad de los encuentros, en los que no estuvieron ausentes meriendas, obsequios ni producciones compartidas. En números (que son gente, diálogo, interpelación), participaron de la última edición de la experiencia un total de 15 escuelas y/o territorios u organizaciones, 26 poetas, cerca de 20 docentes. 

La horizontalidad es una marca de las relaciones establecidas. Tal es así que algunos docentes se animaron a compartir con sus estudiantes o con los de otro u otra profe sus propios poemas. Y que entre los “poetas” hay autores locales de reconocida trayectoria, incluso a nivel nacional, pero también jóvenes que están empezando a forjar sus poéticas en espacios de taller, que aún permanecen inéditos o sólo han participado de alguna que otra publicación colectiva. El hincapié está en el vínculo con la palabra: en las lecturas que los llevaron a escribir, en las tensiones de la creación, en el sentido que otorgan a la poesía en su entramado vital, elementos todos que no otorga ni quita ningún reconocimiento. Una nota significativa es que, aunque las actividades no ocurren todas durante el mismo día, por lo que no son estrictamente simultáneas, se desarrollan como una seguidilla, con una cercanía temporal que propicia la percepción de una temporalidad compartida entre poetas, profes y estudiantes de las escuelas que se saben formando parte de una movida común; percepción que otorga a cada encuentro un sentido que lo trasciende a la vez que lo contiene, lo enriquece como parte de una trama más amplia. La posibilidad de generar espacios de encuentro entre estudiantes de distintas instituciones que llevan algunos años de participación en la experiencia es, en este sentido, uno de los desafíos sobre los cuales buscamos avanzar en próximas ediciones.


Durante la primera y segunda edición del proyecto, encontramos que, en aquellos casos en que los docentes sostenían asiduamente prácticas de enseñanza de la poesía en forma previa a la implementación del proyecto, las “visitas” funcionaban como una forma de legitimación y visibilización, facilitando instaurar un circuito comunicativo genuino en el que se receptaban y valoraban las producciones de los estudiantes. Frente al lugar relegado que, en las prescripciones curriculares, la oferta de materiales didácticos y las disposiciones oficiales tiene la poesía frente a otros discursos de mayor “funcionalidad” práctica o frente al dominio de la narrativa, revalorizamos así, la poesía como discurso fundamental para el cultivo de la sensibilidad, la empatía, la propia identidad. En cambio, cuando tal práctica no estaba instalada, la participación en “El Aguante Poesía va a la Escuela” permitía inaugurar la posibilidad de llevar la poesía al aula, frente a temores comunes en los docentes ligados a la supuesta dificultad de la poesía para los lectores jóvenes y a la falta de una formación específicamente centrada en cómo acompañar esa lectura, frente a la ansiedad en torno a cómo generar en el aula de la escuela secundaria el clima y la concentración propicios para la escucha de poesía, y frente a prejuicios en torno de si a los estudiantes les gustaría o no la propuesta. Así, más docentes fueron animándose a incorporar en sus propuestas, unidades didácticas, secuencias o talleres centrados en la poesía. Saberes construidos desde la experiencia.


Durante la experiencia de “El Aguante Poesía va la Escuela”, la poesía estuvo en las aulas. Estuvo en las preguntas, chispeantes, inesperadas, con que los chicos sorprendieron a los poetas en más de una ocasión. Estuvo en los requerimientos, como cuando los estudiantes pedían “un poema de amor” o “uno que hable de nuestra realidad”. Estuvo en el brillo de algunas miradas mientras resonaba por dentro la escucha de algún verso. Estuvo en la voz temblorosa o firme de quien se animaba a compartir su escritura por primera vez. Pero la poesía está, en la escuela, siempre, porque es en la escuela donde, a pesar de todas las dificultades, tiene lugar la pura posibilidad -pura posibilidad que de la palabra materializa la poesía-, eso que, más allá de cualquier condicionante, representan los estudiantes y los docentes que trabajan para acercarles día a día universos de sentido. 

Queda dicho que, en las primeras experiencias, marcaron la diferencia cualitativa aquellos docentes que habían no sólo anunciado el encuentro con poetas, sino que habían realizado junto con sus estudiantes un trabajo previo. Si en algunos casos, éste consistió apenas en informarse e informar acerca del Aguante Poesía, en otros, se construyeron propuestas de lo más variadas que tendían a involucrar a los estudiantes en actividades de sensibilización e inmersión en actos de lectura, comentario e interpretación, así como de escritura poéticas. Había allí muchos saberes circulando, mucho conocimiento construido desde la práctica de dar a leer poesía, de escuchar atentamente a los estudiantes, de buscar y rebuscar el modo de animar la escritura de creación en el aula. Era necesario buscar un espacio para recuperar, revalorizar, poner en común estos saberes docentes y continuar construyendo en forma compartida. Tal es así que, a partir de 2018, incorporamos al proyecto una nueva instancia: dos talleres de animación, reflexión y formación para docentes que serían anfitriones de poetas en sus escuelas. El par de encuentros concretados nos pareció por demás valioso. Fueron instancias para que los docentes integrantes del proyecto nos permitiéramos dejarnos atravesar por la emoción, pasáramos la palabra por el cuerpo, la mirada, la voz. Nadie da lo que no tiene, por lo que nos animamos en relación con la poesía primero, para poder después animar a otros en nuestras aulas: compartimos dinámicas de sensibilización, lectura, comentario y creación poética, proponiendo dispositivos que podrían ser recreados en las aulas con los estudiantes que participarían del proyecto. 

A partir del archivo de fotos que hemos ido construyendo, recuperamos las experiencias de años anteriores, pensamos los agrupamientos, las formas de circulación de la palabra en el aula y en los encuentros, pusimos en común distintos aspectos de las propuestas de trabajo en torno a la poesía implementadas por cada docente. Pusimos en común el valor que cada uno, desde su posición y su lugar de trabajo, le atribuye a la experiencia en el marco general de la construcción del conocimiento y en el abordaje de aprendizajes del área de la lengua y la literatura: diálogos, entrevistas, figuras de autor y lector, géneros literarios, modos de leer. Y, sobre todo, pusimos en palabras el sentido colectivo que tiene, para todos nosotros, un proyecto de estas características. 

Con la impronta de socializar estos saberes, decidimos, entonces, que el cierre -ahora sí, un cierre común- de la propuesta de “El Aguante Poesía va a la escuela” se realizara a través de dos mesas durante la celebración del encuentro Aguante Poesía, como espacio común, que nucleara las distintas perspectivas y experiencias de cada territorio. En esta mesa de reflexión se materializó la experiencia desde la perspectiva de los profes, a quienes solicitamos apreciaciones o valoraciones, reflexiones sobre sus prácticas y las nuestras. Pero eso no era todo. Este proyecto no habría podido pensarse completo si no estuviera presente la palabra de los estudiantes. 

Convocamos, pues, también, en el encuentro, a una mesa de lectura conformada por pequeños y jóvenes poetas, participantes de “El Aguante Poesía va a la escuela”. Con ellos reafirmamos el valor seminal de la palabra poética: en palabras de María José Berdullo, profesora comprometida con el proyecto, en estas oportunidades para la producción interpretativa y escrituraria, los estudiantes “…se animaron a salir a la luz, a encontrar otros pequeños lectores, y salir de la escritura en solitario”. (María José Berdullo, intervención en mesa de experiencias docentes, 11° Encuentro Nacional de Poetas, Editores y Lectores, Aguante Poesía, 29 de diciembre de 2017).

Al final, ¿qué es “El Aguante Poesía en la escuela”? La profesora Julieta Celuci lo dijo mejor que nosotras en uno de los talleres: “Aguante poesía como sostener y acompañar. Como los brazos que respaldan al compañero, a la compañera, a los y las estudiantes. Aguante como tomar la punta del ovillo, aunque esa punta sea la del displacer. Tomar el displacer, y aguantar desde la trinchera de la empatía, del amor, de la lucha inclusiva, abrasadora y abrazadora. El aguante que te entiende, que te escucha, que te invita a descubrir la voz propia, la propia palabra. Y también el aguante que celebra, que se enorgullece con la idea, la respuesta, la iniciativa del/la alumnx, del/la maestrx. Ese festejo hermoso que nace del encuentro, de la fiesta, del sentido construido. El aguante es la pelea constante contra todo lo dado, y la plena esperanza colectiva de buscarle la otra cara a la luna de todas las cosas. El aguante es poesía, como la propia práctica docente. Como la tiza, el pan caliente, el abrazo que sostiene en el dolor y que celebra la alegría. Mis estudiantes viven la poesía de manera natural. Aunque a veces se resistan a la lectura o a la escucha, cuando hablan, cuando escriben, cuando miran, hay poesía. Siempre recuerdo la primera vez que estuve en un aula y una alumna escribió a partir de una consigna un texto en versos. Ella no andaba buscando hacer poesía, pero andaba encontrándola. Ahí estaba, y versaba sobre el silencio de su casa y sobre una ventana por donde el viento entraba. Había verso, casa, ventana y viento. Mucho dolor, soledad e incertidumbre: esa alumna estaba embarazada. Me sobrevino un soplo de imágenes, una implosión de sentidos... Entonces vivencié que la poesía es patrimonio de todas, de todos... Y que la resistencia, el insulto, la insatisfacción que (ojo, esa es otra poética) a veces nos ronda o nos habita, es una punta más del ovillo que tenemos para caminar/tejer/entramar.”  (Julieta Celuci, testimonio en Aguante Poesía en la escuela: 2° taller de sensibilización poética para docentes, 01 de septiembre de 2018). 


LAS AUTORAS


Elena Berruti. Profesora y Licenciada en Lengua y Literatura y Especialista en Docencia Universitaria (Universidad Nacional de Río Cuarto). Docente en las Teorías Literarias I, II y III del Profesorado de Lengua y Literatura del Departamento de Letras de la Facultad de Ciencias Humanas de la UNRC. Dirijo a tesistas de nuestra licenciatura. Soy coordinadora de talleres literarios desde los años 90, tanto en el marco institucional de nuestra universidad como de manera particular. Integro la movida cultural y artística del Aguante Poesía. Soy poeta y he publicado dos libros en Editorial Cartografías (el tercero está en prensa). Fui directora de UniRío editora, editorial de nuestra universidad, dependiente de Secretaría Académica de Rectorado entre 2011 y 2015. 

Anahí Asquineyer, docente de la Universidad Nacional de Río Cuarto en dos materias de Teoría Literaria, en las que se proponen las primeras herramientas teóricas para leer literatura narrativa, y del Seminario Taller de Práctica Profesional Docente II, en el que se aborda literatura juvenil. Trabajé durante muchos años en la escuela secundario. También trabajo hace años en proyectos de investigación que vinculan literatura argentina, memoria y política. En los últimos cinco años, junto con otros compañeros, he indagado acerca de la literatura sobre Malvinas y la educación literaria en la escuela secundaria. 

Cristina Giacobone, Profesora en Lengua y Literatura por la Universidad Nacional de Río Cuarto. Estoy en los procesos finales de mi tesina de licenciatura, también en la UNRC. Soy docente de la escuela secundaria y del Departamento de Letras, UNRC, en las cátedras Literatura Argentina II y Seminario Taller de Práctica Profesional Docente II, que se orienta al abordaje de la literatura juvenil y las reflexiones sobre su enseñanza escolar. Investigo actualmente sobre las relaciones entre literatura argentina, cultura, política y enseñanza. Juntas, llevamos adelante proyectos de extensión y de prácticas socio-comunitarias a través de los cuales nos proponemos propiciar aproximaciones de niños y jóvenes a la lectura literaria y la escritura creativa, así como generar intercambios y reflexiones en torno a la animación socio-cultural a la lectura y la escritura con docentes de distintas instituciones y con agentes territoriales de bibliotecas populares y otras organizaciones.

¡Bienvenida Fernanda Bragone, al XI Festival de Poesía en la Escuela, 2019!

$
0
0

Fernanda Bragone es la autora de nuestro afiche/flyer para el XI Festival de Poesía en la Escuela. Agradecidxs con su trabajo, la presentamos y le damos la bienvenida:

Nació en 1976 y vive en Buenos Aires, Argentina. 

Estudió en la escuela Nacional de Pintura P. Pueyrredón y desde que egresó, dicta clases de plástica en escuelas de educación especial. 

Comenzó a dedicarse a la ilustración en el 2006, participando de diversas exposiciones y proyectos colectivos. Ilustró libros como La niña momia, Sorpresas y otros 99 cuentos, Lorenzo y la escalera misteriosa y Bordando Nanas

Participó en diversas publicaciones en revistas de cultura y educación.

Foto: Graciela Fernández

Bienvenido Marcelo Díaz al XI Festival de Poesía en la Escuela!

$
0
0


Felices de recibir en el XI Festival de Poesía en la Escuela a Marcelo Díaz que participará de la jornada del 26 de septiembre en la EEST1 del Delta de San Fernando.


IGLÚ BLANCO SOBRE FONDO BLANCO

Existiría la creencia que los esquimales tienen más de veinte palabras distintas para decir veinte tipos distintos de hielo o de nieve.

Habría, por ejemplo, una palabra esquimal para decir el hielo que se quiebra ante el menor contacto con un pie pequeño.

Otra palabra para la nieve cayendo.
Otra para la nieve cayendo por la noche.
Otra para la nieve cayendo por la noche iluminada por una linterna.

Y otra palabra más aún para decir la consistencia esponjosa de la nieve, por la noche, cayendo en la palma de la mano derecha después de habernos quitado el guante de cuero de foca, no sin esfuerzo, con los dientes (porque la mano izquierda sostiene, todavía, una botella).

Y así…

En una superficie regida por el blanco, el cuerpo y el lenguaje se habrían calibrado como un instrumento de altísima precisión para incubar en el infierno helado de lo mismo un mundo de diferencias, y habitarlo.

Ahora bien, la lingüística tiene sus serios reparos sobre todo esto…


PROBLEMA Nº 1

¿Cuánto demora un topo en cavar un túnel que atraviesa una ciudad de trescientos mil habitantes por la noche, si todos permanecen acostados, el topo avanza a razón de 90 centímetros por hora, cuando de pronto alguien enciende una luz y te pregunta: dormís?





Marcelo Díaz nació en Bahía Blanca en 1965. Estudió Letras en la Universidad Nacional del Sur. Integró el grupo de arte público Poetas Mateístas. Es uno de los coordinadores del Festival de Poesía Latinoamericana de Bahía Blanca y edita el sitio de poesía NAU (www.naupoesia.com)
Publicó  Berreta, Libros de Tierra Firme, Buenos  Aires, 1998; Diesel 6002 , Vox, Bahía Blanca, 2002; Laspada, El Calamar, Bahía Blanca, 2004;  Es lo que hay (poesía reunida), 17 grises, Bahía Blanca, 2010; Díptico para ser leído con máscara de luchador mexicano (plaquette), Editorial Subpoesía, Buenos Aires, 2013; Blaia, Ediciones Liliputienses, Cáceres, 2013, y 17 grises, Bahía Blanca, 2015; La estructura del desequilibrio, Ediciones Liliputienses, Cáceres, 2017; Grandes Éxitos (en castellano), antología poética, Vox, Bahía Blanca, 2018.

¡Bienvenida Sabrina De Luca al XI Festival de Poesía en la Escuela!

$
0
0







Sabrina coordinará un taller sobre José Sbarra en la EEST 1 del Delta de San Fernando.



Poema en  15


            Esta                                                                                                                    trenes.
                   tarde                                                                                                   como
                             quiero                                                                                  pasan
                                         decir                                                                      que
                                                   algo                                                    días                   
                                                          sobre                                  los                                                  
                                                                     la                       de
                                                                             sombra       



Volar
En la cima del cohete 
alguien 
hace cuentas regresivas.


Life is good
No es que no          quiera
es que no                 tengo
suficiente furia.



Sabrina De Luca (Buenos Aires, 1980) es escritora y profesora de filosofía por la Universidad de Buenos Aires. Publicó Bajotierra (Alción, 2013) y  Más Detalles (Modesto Rimba, 2018).

Amigxs del festival : Mini entrevista a Eduardo Mileo

$
0
0




¿Qué significa para vos el festival Poesía en la Escuela?

Es una extraordinaria iniciativa para acercar la poesía a los chicos de la escuela primaria. El festival
ocupa un sitio que ha dejado vacante la educación tradicional, que privilegia otros modos de
expresión, o simplemente desconoce la poesía escrita después de principios del siglo XX.

¿Qué tenés pensado leer/compartir en esta edición?

Seguramente leeré poemas de mi último libro: Extracción del agua de la niebla, que es una historia
poética de la pintura presentada como un diálogo entre los artistas y los espectadores.

¿Qué lecturas les recomendarías a los chicxs?

Según la edad de los chicos, hay muchos libros de poesía, de narrativa, de historieta, que podrían
recomendarse, pero creo que lo mejor siempre es que lean textos de cualquier género que les
interesen. Muchas buenas intenciones educativas fracasan por no tener en cuenta el gusto de los
chicos.


Eduardo Mileo nació en Buenos Aires el 4 de julio de 1953. Publicó, entre otros, los libros Mujeres
(1990; 2ª edición, 2005), Poemas sin libro (Primer Premio de Poesía del Fondo Nacional de las
Artes, 2002), Poemas del sin trabajo (Tercer Premio de Poesía del Gobierno de la Ciudad de
Buenos Aires, 2007), Bestias pop (junto a Rafael Mileo, 2015) y Extracción del agua de la niebla
(2018). Junto al compositor Raúl Mileo, ha editado los CD de canciones A boca de jarro e Irala,
sueño de amor y de conquista. Con Gabriela Franco y Javier Cófreces, editó las antologías Última
poesía argentina (2008) y Primeras poetas argentinas (2009). Fue miembro del Comité Editorial de
la revista de poesía La Danza del Ratón. Junto a Javier Cófreces y Alberto Muñoz fundó en 2001 el
sello editorial Ediciones en Danza.

Amigxs del festival: Mini entrevista a Amalia Boselli

$
0
0




¿Qué significa para vos el festival Poesía en la Escuela?

El Festival de Poesía en La Escuela es para mi la celebración de la primavera de la poesía, porque transcurre en esa estación del año donde comienzan a nacer los brotes nuevos. Porque se aloja allí en la infancia ese placer del juego, los versos y ese descubrirse sensibles a un mundo. Porque es en la escuela donde alguna vez una maestra o compañera nos leyó un poema que nunca olvidaremos.

¿Qué tenés pensado leer/compartir en esta edición?

Tengo pensado trabajar con rescatar la voz de una mujer, la poeta Amelia Biagioni y de su Manifiesto. Tratar de entender entre todos qué es un Manifiesto, tan importante en el contexto de la problématica de la bioesfera del planeta entero y de la escuela del Paraná Mini, el entorno del río y de los humedales que es el que están elles atravezando hoy. Intetaremos armar un manifiesto que salga de su aula.


¿Qué lecturas le recomendarías a los chicxs?

Todo libro que le interese o lo convoque, que le atraiga su título, su tapa, su forma, su olor. A mi me gustan muy variados y los he preferido muy diversos según épocas de la vida. Desde Cuentos de Arlt, Cortázar y Borges a Poemas de Alfonsina, Idea Vilariño, Juan L Ortiz. También Los libros ilustrados, los fanzines y novelas gráficas las lecturas y sus formas son múltiples y las hay hermosas. La convocatoria del Festival Poesía en la Escuela de transmitir una pasión es maravillosa, y allí cada año me crucé con poetas que me abrieron a mi nuevas lecturas, es por eso que es para todes una celebración de la palabra y el misterio de los encuentros y vínculos que allí se tejen, gracias a las maestras Marisa y Alejandra

-Si quieren contar además alguna anécdota también es bienvenida!


Elijo la foto en la escuela de la isla Martín Garcia, leyendo a otro Garcia, estaba leyendo a lxs niñxs de toda la primaria , que eran menos de diez en esa pequeña comunidad, "El romance de la luna, luna" de Lorca ...la luna vino a la fragua, con su polisón de nardos. El niño la mira, mira. El niño la está mirando... las caritas escuchandoen esa isla cargada de tanto misterio como el de la misma Luna a la que ellos le escribieron y cantaron rap, de allí me nutría y nacía luego armar la obra con Cia Torcacita, "Yo le canto a la Luna" repetir muchas veces versos, canciones y música donde revivo esas caritas de la isla Martín García.


Amalia / AMasonicA
Desde pequeña me incliné por la música, llené también hojas de signos, palabras y colores. Crecí y adoraba caminar por el botánico para ir a estudiar piano y componer canciones absurdas, me copan las calles y los senderos, también la deriva. Fui integrante del Grupo de Teatro Catalinas Sur, me atraen desde siempre los juegos y les niñes. Soy Coordinadora de la Juegoteca/ Biblioteca para las infancias C.A.F.F. de TigreFormé junto a la titiritera Natalia Bindenmaister: Cía.Torcacita, realizamos obras y talleres para promocionar la lectura y escritura. Trabajo en F.A.L.F.A.A me gusta la mezcla del arte y lo social, eso que pasa entre los humanos y las obras. Soy de arteMA, donde la poesía se hace catarsis y cuerpo colectivo en la acción."VOMITE TODO AQUI" ed. Milena Caserola, es un libro que condensa una de nuestras acciones. Escribir es otro juego que me gusta mucho, publiqué algunos de los que se conocen como cuentos infantiles, la poesía visual es otra manera que encontré de jugar con las palabra en las hojas. Algunos libros publicados son :
"Los indomables pensamientos del Sr. O" A/H Pipala,
“La Princesa Guerrera” ed. Muchas Nueces 
"Semana XIII"con el alias AMasonicA, ed.Caleta Olivia.

Bienvenida Dani de la Isla al XI Festival de Poesía en la Escuela!!

$
0
0


Damos la bienvenida con muchísima alegría a Daniela que nos acompañará con su taller de canciones el 26 de septiembre en la EEST1 del Delta de San Fernando.



Hola! Soy Daniela. Isleña del zanjón Miramar y Río Luján.
hija de estas tierras verdes y marrones.
fui a la escuela 10 Leopoldo Lugones. La más linda del Luján. (Aunque sea la única :D)
Nacida y criada en islas, como se acostumbra decir, y auténtica canSautora del delta.
Soy artista y callejera y a veces las dos cosas juntas.
si queres escuchar algo de lo que canto podes encontrarme con mi banda, la "guerrilla cósmica" en youtube y tambien en facebook. En instagram estoy como @Dani.delaisla


Acerca del taller de composición de letras de canciones, la propuesta es encontrar recursos sencillos para la composición de letras. Buscando desde la rima, la construcción de metáforas y la métrica estructuras poéticas para canciones.
Estuve estudiando herramientas de composición de letras durante dos años y en mis viajes experimenté actividades con niños en plazas donde pudimos armar canciones en menos de diez minutos y luego las musicalizamos.
En el taller de arte para la primera edad de la sociedad de fomento de mi barrio (Unión Islera Vecinal) hemos compuesto muchas canciones hermosas.
Te saludo con una de ellas, para mí una muy bella, que compuso un tal Brian cuando tenía apenas cumplidos sus 4 años:

Estrellita
en el cielo estas
te quiero mucho
estrella fugaz
y después
viene la lluvia
tiro una flecha
la rompo y sale el sol.


¡Bienvenida Noelia Palma al XI Festival de Poesía en la Escuela!

$
0
0

Noelia coordinará el XI Festival de Poesía en la Escuela en la EES 17 de Hurlingham.
BIENVENIDA!!!

1

El primer hombre sobre la tierra
cazaba animales para alimentarse.

El segundo lo ayudó a separar el pelo y la carne.

Y el tercero estuvo ahí
el día que descubrieron el fuego.

¿Qué forma de lenguaje usaron para señalar la lluvia,
el calor, el miedo?

¿Qué alarido dejó a dios de rodillas?

¿Qué alarido amarrado a las crines del tiempo
puso sobre la poesía
la palabra que calma?




23

Hirviendo el agua.
Las burbujas aparecen y luego
desaparecen
como si una aguja pudiese atravesar
su cristal.

¿Qué corazón vivo sutura el resplandor?

El fuego sigue cociendo.



Noelia Palma nació en Morón, provincia de Buenos Aires, en octubre de 1984. Textos de su autoría fueron publicados en diversas antologías y revistas digitales como Digo.palabra.txt, Letralia, entre otras. Realizó talleres literarios con Alberto Ramponelli y Eduardo Espósito. Su primer libro de poemas, “Que la muerte nos ampare”, fue editado por Francia Ediciones en 2017. Tradujo a Charles Bukowski desde 2011 y en 2017 publicó junto a Postales Japonesas su primera antología bilingüe: “Solo con todo el mundo”. En noviembre de 2018 editó en Ombligo Cuadrado “0034-Buitre hacia la nada”, que consta de dos libros en un solo ejemplar. En junio 2019 la editorial cordobesa Mascarón de proa publicó La casa, su último libro de poemas.

Bienvenida María Wernicke al XI Festival de Poesía en la Escuela!

$
0
0

Felices de recibir a María que nos acompañará con un hermoso encuentro a bordo de la Bibliolancha Genoveva en el Delta de San Fernando.
Bienvenida!!


















María x María: 


Trabajo como ilustradora de libros desde 1994. Desde entonces, ilustré muchísimos libros para editoriales de Argentina, México, España, Brasil y USA. Como autora integral de libros álbum, publiqué en España “El poeta y el mar” y en Argentina, “Uno y Otro” y “Un señor en su lugar”, “Hay días”, y “Papá y yo, a veces”, premiados por ALIJA como Mejor Libro álbum 2006, 2010, 2012 y 2013 respectivamente. Junto a Iris Rivera, recibimos el premio a Mejor Libro Álbum y Gran Premio ALIJA 2009, por “Haiku”, libro que fue seleccionado entre los White Ravens 2011. En 2009 también recibí el premio ALIJA a mejor ilustración por “Rutinero”. Formé parte de la exposición de la Bienal de Bratislava en 2001 y 2007. En 2009 fui seleccionada para participar de la Muestra Internacional de la Feria de Bolonia e invitada a la de Sármede, Le Imagine della Fantasía.

Amigxs del festival: Mini entrevista a Salvador Biedma

$
0
0




Salvador compartirá la jornada del 18 de septiembre en la Escuela Primaria 20 del Delta de San Fernando.

¿Qué significa para vos el festival Poesía en la Escuela?

Una iniciativa enorme que vienen llevando adelante Marisa y Alejandra desde hace ya años y que siempre me dio curiosidad y me interesó. Uno incluso tiene asociada cierta época del año al Poesía en la Escuela. Y, si bien el Festival es enorme, conserva una escala humana. Para los que hemos participado y participamos supone la posibilidad (y la responsabilidad) de compartir con chicos algo que para ellos quizá resulte distinto dentro del aula, aunque no sea tan distinto, escucharlos, dar espacio con algún ejercicio planificado a que surjan cosas siempre inesperadas. Sobre todo, implica compartir. Se genera un intercambio en el que, creo, ganamos todos. A mí se me hace, como le decía ayer a Marisa, muy parecido a un paseo ideal.


¿Qué tenés pensado leer/compartir en esta edición?

Algo de Humberto Megget, poeta uruguayo de la generación del '45 que murió a los 25 años y que escribió con influencias de las vanguardias y a la vez intentó acercar la poesía escrita a la canción popular. Creo que algo sintetizan estos dos versos de Megget que inician sendos poemas: "Tengo ganas de risas, Raquel", "Intentaré ser huérfano de un río".



¿Qué lecturas le recomendarías a los chicxs?

Cada uno va armando un camino de lecturas propio, nunca se sabe por dónde ni hacia dónde puede saltar la liebre de la lectura y –creo que es también una propuesta del Festival– nunca hay que subestimar a un chico ni evitar a autores o poemas porque supuestamente no sean para tal edad; por eso en casi todos los casos recomendaría los mismos poetas que en general me gustan. Hace dos años llevé a Poesía en la Escuela un poema de Hilda Hilst que reescribe, a partir del verso "lo que vemos de las cosas son las cosas", a Fernando Pessoa. Volvería a recomendar esos dos poemas. Y se me ocurren, sin mucho filtro, autores como Cristina Peri Rossi, Jorge Teillier, Elena Anníbali, María Negroni, el poema "Despedida", de Jacobo Regen, Juan L. Ortiz, Idea Vilariño, Macedonio Fernández, Héctor Viel Temperley, Adélia Prado, Edgar Bayley, Alejandra Pizarnik, Gcina Mhlophe, Juan Manuel Inchauspe, Louise Glück, Lorine Niedecker.


Salvador Biedma nació en 1979 en Buenos Aires. Ha trabajado como editor, corrector, periodista, traductor y librero. Publicó dos novelas, "Además, el tiempo" y "Siempre empuja todo", y un libro de poesía, "Quizá fuera volviendo".


Bienvenido Martín Pucheta al XI Festival de Poesía en la Escuela!

$
0
0

Enorme alegría de compartir la jornada del 23 de septiembre en la ES22 del Delta de San Fernando con Martín.









PIPA


Tiene los ojos tristes
pero su boca es una línea
de alegría. Es
como si esa sonrisa
subrayara su tristeza.


(de Podría haber sido un haiku)
BRAILLE


acariciar como leer
braille. Tu cuerpo, luz
de los ciegos

(de Estudios del cambio)



QUE ME MUERDAN, TOTAL


Ahora que me gusta una chica
no me duelen
las hormigas coloradas,
son como chichoncitos de risa
para mi piel las ronchas,
como airecitos de sol,
pancita de empanada,
como flores que se acurrucan,
se apimpollan de frío,
como tortugas
debajo de la servilleta
o escondidas en el trapo de piso.


Que me ataquen
todos los mosquitos,
que me muerda un perro
y una víbora a la vez.
Ahora que me gusta una
si me llego a morir
ni cuenta me voy a dar.

(de Superjardín)


Martín Pucheta nació el 18 de julio del ‘81 en Entre Ríos, Gualeguaychú.
Publicó Superjardín (En danza, 2010) y Aerolinda (La Gota, 2017).
Ha hecho circular en formatos artesanales los inéditos Sonajero de misterio: los tomuer (2009) -
con Nicolás Cambon-, río raíz (2012), Podría haber sido un haiku (2014), Tocar de oído (2015) y
Estudios del Cambio (2017).
Integra las antologías Felicidades también (18 poetas) (2005), Última poesía argentina (En danza,
2008), La Plata Spoon River (Libros de la talita dorada, 2014), nº 1 Amor y n° 4 Plantas de la
Colección “Prismática Argentina” (En danza, 2015 y 2017) y Antología Federal de Poesía (Región
Centro) del CFI (2018).
Participó del 24° Festival Internacional de Poesía, Rosario 2016. Participa del Encuentro Nacional
Itinerante de Escritores (ENIE). Trabaja en escuelas secundarias como profesor de literatura.
Rockea con Leda lid. Juega al fútbol. Es padre de Ariel y Fausto.

Bienvenido Pablo Llanes al XI Festival de Poesía en la Escuela!!

$
0
0

Pablo participará del XI Festival de Poesía en la Escuela en la Biblioteca Popular Manuel Obligado (Reconquista, Santa Fe) Coordinan : Luciana Paruzzo y Yamil Dora

Bellasombra
Descansemos a la sombra
del olivo de tu piel,
disfrutemos otra copa
del  olvido que hace bien.

Conjuremos , bellasombra
de Cupido,  esa hiel,
niño alado, señalado
con la flecha de tu miel.

Reposemos al amparo
de tus ojos esta vez,
sucumbamos, no es en vano
este rojo cascabel.

El momento no es eterno:
es ahora, yo lo sé,
niño frágil …
encerrado…
condenado …
por hechizo de tu piel.

Nota: Juan Carlos Ingaramo, músico cordobés de extensa trayectoria, ha musicalizado este poema.


Pablo LLanes, nació en la ciudad de Reconquista, Santa Fe, el  27 de marzo de 1965, es poeta, guitarrista, cantante, compositor y docente. 
Desde temprana edad, aprendió a tocar guitarra y posteriormente tomó clases de diversos instrumentos.
Pablo, formó parte de varios grupos de distintos géneros: rock, pop, jazz, bossa, ska-reggae, folclore, etc., en la mayoría de los cuales aportó composiciones propias, tanto instrumentales como vocales. Asimismo, durante varios años, compuso, produjo y grabó distintas producciones  para bandas, solistas, obras de teatro, y comerciales de radio y tv a nivel regional.
A lo largo de su carrera, ha compuesto obras musicales de variados géneros ( rock, folclore, jazz, bossa, etc,), como así también algunos  cuentos cortos y poemas.
En la actualidad, forma parte de Mandrake,  una banda que cultiva los géneros de rock y rhythm and blues (R&B), como guitarrista, vocalista y compositor.

Bienvenida Luciana Paruzzo al XI Festival de Poesía en la Escuela

$
0
0



Luciana organiza el XI Festival de Poesía en la Escuela en Reconquista, Santa Fe junto a Yamil Dora.

Nuez Pecán
Mi abuela me enseñó bordando
que uno debe ser tan cuidadoso en lo que muestra
como en lo que oculta.
Nunca subestimes el detalle
-me dijo-
un glaciar entero

puede romperse en una nuez.

Luciana Paruzzo nació en Reconquista en 1979. Es poeta y psicóloga. Participó en publicaciones independientes, revistas, fanzines, diarios, antologías locales, provinciales e internacionales. Ha obtenido diferentes reconocimientos en concursos de poesía locales y provinciales. En 2017 obtuvo el 1° premio de poesía en el Concurso Literario Vicentin. En 2019 el proyecto de su libro "Mi casa de gatos" fue elegido como proyecto Editorial por el Fondo Cultural Municipal de Reconquista, para su publicación.  Junto con Diego Planisich coordina el ciclo de poesía La mecha.

Bienvenida Agostina Furlán al XI Festival de Poesía en la Escuela!

$
0
0


Agostina participará de la jornada del festival en la Biblioteca Popular Manuel Obligado (Reconquista, Santa Fe) organizada por Luciana Paruzzo y Yamil Dora


Y un día,
igual a todos
los anteriores,
un lirio
cambió los modos
Y así
delirio se volvió
delicia.

Y todas las
caricias
azules y rojas
se volvieron

grises.


Agostina Furlán nació en Reconquista en enero del 96, un domingo bien caluroso que signó su amor por el frío. Es poeta y a veces estudiante.
Participó en algunos talleres literarios en Rosario y en su ciudad natal. 
Fue invitada a leer en algunos ciclos de poesía y ganó el premio en categoría cuento del concurso expresArte, organizado por la Municipalidad de Malabrigo.
Aún está intentando animarse a compartir lo que hace, por facebook y a veces en persona.

Amigxs del festival: Mini entrevista a Valeria Tentoni

$
0
0



¿Qué significa para vos el festival Poesía en la Escuela?

Es una celebración maravillosa, y me siento muy feliz de participar, de que me inviten a las aulas. Esta será la segunda vez que vaya y el desafío es tan grande como el premio de una conexión cálida, verdadera y luminosa con las chicas y los chicos que nos esperan. El Festival Poesía en la Escuela es un tesoro comunitario que se sostiene por el empuje de sus propulsoras y de todas las socias y socios invisibles que en cada escuela hacen espacio para que ocurra, además de por la paciencia de los chicos y chicas que nos esperan y habilitan el juego, el intercambio, la magia. Sin el coraje suyo nada sería posible, y ese es el mismo coraje que nos reclama la palabra poética: el que exige su salto misterioso. 

¿Qué tenés pensado leer/compartir en esta edición?

Voy a llevar lecturas de autores argentinos como Darío Cantón, María Elena Walsh, Alejandra Pizarnik, Mario Ortíz, Bustriazo Ortíz, Viel Temperley; y lo voy a cruzar con Ponge y Perec, dos franceses. Voy a proponerles un viaje al centro de una piedrita con un ejercicio de escritura, ojalá podamos usar piedras de lugar.

¿Qué lecturas le recomendarías a los chicxs?

Dependiendo de la edad, pero por ejemplo los libros de Bruno Munari, llenos de pasadizos y de belleza simple y radiante; o El Planeta Lila de Ziraldo, libros de poesía por otros medios. Libros con imágenes y juegos, como los de Apollinaire y Girondo, o la poesía visual de Joan Brossa.  

Si quieren contar además alguna anécdota también es bienvenida!
La vez que participé en 2017, en la escuela cerramos la jornada con una lectura con el patio completo de alumnas y alumnos que leyeron lo escrito en los talleres, ¡y uno bailó un poema! No usó palabras, solo bailó. ¡Fue tan hermoso! Aprendí muchas cosas al verlo moverse con orgullo, gracia y libertad.


Valeria participará de la jornada en la EP39 y la ES7 de la Isla Martín García



Valeria Tentoni. Bahía Blanca, 1985. Editó la Audioteca de poesía contemporánea y revistas como La Quetrófila y Pájaro. Publicó los poemarios Batalla sonora (Manual Ediciones, 2009), Ajuar (1º Premio Concurso Editorial Ruinas Circulares, 2011), Antitierra (Pez Espiral, 2014/ Neutrinos, 2015), Hologramas (Hemisferio Derecho, 2018) y Piedras preciosas (Pez Espiral, 2018 / Neutrinos, 2019). Publicó los libros de cuentos El sistema del silencio (17 Grises, 2012) y Furia diamante (Pez Espiral, 2017), que acaba de editar en Argentina el sello Leteo. Fue incluida en distintas antologías, como Voces -30 de jóvenes narradores latinoamericanos (2014) y Penúltimos. 33 poetas de Argentina 1965-1985 (2014). Vive en Buenos Aires, trabaja como periodista freelance y editora del blog de Eterna Cadencia.
Viewing all 711 articles
Browse latest View live