25 de diciembre, domingo
Nadie en la playa,
en la rambla una bicicleta se tambalea
más allá de tu cara
que se empapa de sal.
Estamos a orillas de
lo que vos decís mar
yo creo que es río.
Te miro pero te alejo
a empujones, te acerco a la bahía.
Somos piezas con formas opuestas
destinadas a imágenes que no son la misma.
Igual nos pienso en una playa
como la del cartel a la salida del puerto
con cielos radiantes, soles celestes,
ahí nuestro abrazo es fuerte
nuestras sonrisas relajadas.
Acá no hay sol
y no sonreímos.
Tenés la cara mojada,
no te secás la humedad de la costa.
Las lágrimas se estancan,
agua sucia del Río de la Plata
en la barba mal afeitada
con la que me gustaría recordarte.
Como si encajara
pongo la palma en tu pecho,
marco mi espacio
te separo de mí pero conservo
los dedos sobre tu cuerpo,
postergo el frío
del aire que corre
entre nosotros,
la costa montevideana.
Julia Laura Leggiero, nació en Buenos Aires en 1998. Estudia Letras en la UBA y sostiene el suspenso sobre cuándo seguirá Artes de la Escritura en la UNA. Se orienta en lingüística y análisis de discurso. Gestionó junto a otros artistas los ciclos Cross en la Boca y Cuarentena poética, así como también las Jam multiexpresivas. Hoy explora el cruce entre cuerpo, música y poesía; especialmente a través del tango, su danza y su letrística. Trabaja en la Aduana de Buenos Aires. Encuentra asilo en el boxeo. La piel curtida del verano es su primer poemario.